En el siglo XIX, cuando se consolidó el Estado liberal, las urnas para depositar el voto eran un elemento imprescindible, pero no las había en todas partes. En el mundo rural, omnipresente entonces en España, se llegaban a usar pucheros grandes de cocina el día de las elecciones. Se echaban en ellos las papeletas como si fueran garbanzos, práctica que dio lugar a situaciones curiosas.
You must log in or register to comment.