Es tan difícil digerir el enunciado como negar su verdad. Hubo un tiempo, apenas el siglo pasado, en que el plástico fue la alternativa ecológica. Tanto lo fue, que bien podemos decir que salvó a más de una especie de su extinción.

Lo mismo que sucedió con el automóvil, la invención del plástico llegó en el momento preciso. A principios del siglo XX la humanidad se expandía por el mundo. La población prosperaba, y contaminaba.